viernes, 23 de mayo de 2014

HISTORIA DE UN PAN

Había una vez una semilla, una tierra, un fuego...

Había una vez una semilla despertando, iniciando su camino... y la duda apareció y liberó su intuición y eligió.

El portal de ese vacío que se abrió ante ella fue sutil y halló lo perfecto, el TODO, y comprendió la grandeza de ser semilla.

La semilla, es el TODO, las raíces, las hojas, las ramas, las flores, los frutos, su aroma y la nueva semilla; sólo nuestro humano domesticado  es el que sufre al no comprender todo aquello, antes de que sea, y esto es lo relativo ya que la semilla es lo desconocido y el SER COMPLETO, que no necesita saberse de antemano, elige la sorpresa de lo que nacerá.

Lo desconocido es el impulso externo que ella recibirá, el caos que la hará explotar en toda su gracia, para que en la majestuosa sincronicidad del Universo, que organizará un sinfín de perfectos movimientos, ella germine y despierte.
El camino posterior se inicia sabiendo que  "lo que es arriba es abajo", y confiará que el camino es el indicado y rara vez la duda gobernará el impulso.
El proceso ha comenzado y ELLA dejó que comenzara, cuando eso ocurre, nada puede volver atrás.
Nunca existirá el ayer en el PRESENTE.  Nunca existirá el ayer en la semilla... porque ya se presiente suave aroma a pan que completa la escena de quienes lo comparten sobre un mantel rojo de amaneceres humeantes que ya... ya, llegan.

Si ella puede gestar ese sueño, desde sus paredes delgadas, algunos centímetros bajo la tierra... cómo no creer en ella...  Los verdes ya están definidos, los pétalos de sus flores, la intensidad en el dulzor de sus frutos... y hasta la nueva semilla de un mañana tan próximo.

Los primeros días de este despertar son tan intensos, llenos de incertidumbre y elecciones, y a la vez vertiginosos.  Fluir, fluir... y mil veces fluir, confiando en ese exterior que confluye en un instante para que ella SEA.
Y la puerta se abrirá, la tierra misma, sabia y plena, madre de todo lo que exíste, abrirá su alma para que este ser se abra paso... esos brotes jovenes e impetuosos que buscando luz, se harán visibles...

Y se me ocurre preguntar si esa oscuridad en donde todo se gestó, es parte de la perfección?
Y se me ocurre contestar que SI.



SABE LA SEMILLA DE ESTE INSTANTE??...

Y en este delgado instante-espacio-tiempo, en que la tierra ya no es tierra, si no aire y luz, allí el primer brote estalla en sana alegría, bendiciendo la oscuridad que la cuidó.

Mientras que todo eso ocurría, alguien, algo, según pretendan entenderlo... organizaba las estrellas, haciendo que el sol brillara y canlentara; que la luna se demorara en noches de sabiduría, mientras que ella sola movía las aguas de cántaro en cántaro, de río a mares... los planetas giraban sólo para dar la oportunidad a un mañana, a otro amanecer que volvería a calentar la tierra donde aún "parecía" dormir la semilla...

Con esta sutilidad imperceptible todo ocurría, como si nada estuviera respirando, decidiendo... SIENDO.

Pero esa nada sólo ocurría para los viejos y adormecidos sentidos humanos; sólo  algunos se permitían el sentir, el ver sin sus ojos, el oler por sus pieles, aquellos duraznos que en algunos años de sus limitadas vidas morderían con tal agrado... o aquel pan que tan mansamente, algún Pedro de corazón sabio y generoso, amasará para seguir construyendo mañanas de sol y bienaventuranza...





MARIA FERNANDA GUTIERREZ


VIAJANDO OTRA VEZ CON LA "PANADERÍA LITERARIA"


La PANADERÍA LITERARIA aún no tiene casa... pero ya ha viajado por todo el país y hasta trascendió las fronteras, en su viaje a México en el 2013.

Este proyecto en el que converge el alimento de la palabra y el pan, abre un espacio solidario de compartir cuentos, escritos, conocimientos, juegos, lecturas, y riquísimos panes y pastelería.

No dudes en escribirnos y sumarte... porque el viaje está comenzando de nuevo:

mariafernandagutierrez@yahoo.com.ar



Amasando en Jerez (México)... cuentos y el fuego encendido


En casa de Doña Evelia (México)... 
la leña lista y el compartir también.


En la panadería de Don Rafael, Zacatecas (México)... esperando que leve el pan, contamos unos cuentos.


En San Jerónimo Norte (Argentina), en los comienzos...


Taller en San Carlos Centro (Argentina), todos los chicos amasaron...


y mientras probaban el pan, susurraban.


panes para todos, porque cada pan merece ser probado y amasado, como cada historia sueña ser probada y amasada...