Un lunes de marzo, a la tardecita,un grupo de mujeres diferentes y atrevidas se juntaron a amasar, disfrutar de cuentos y construir su propia historia.
"Entre todas descubrimos, que había una vez una maga que se dió cuenta que no necesitaba varitas ni hechizos, ya que su magia la hacía a través de la mirada... pero además descubrió que eso le ocurría a otras personas, que ella no era la única.
Entonces decidió viajar para ver qué ocurría en otras tierras, y así llegó a China.
Allí formó una escuela de magos, hombres y mujeres que vivían la magia igual que ella, pero un día mirando, observando, haciendo magia, descubrió que había otros ojos que le devolvían la mirada pero esta vez de manera diferente.
Esos otros ojos la llenaron de amor y ella misma tuvo bastante para dar.
Desde aquel momento, no fue la única en sentir el amor en la mirada... no fue la única en comprender que el amor es lo único necesario para sanar cualquier cosa".
Este relato fue construído por: Eli, Mónica, Carina, Cari, Ester, Gelo, Teresita, Susi, Carmen, Julia, Nelly y María Fernanda; mientras amasabamos, tomabamos mate y te de rosa mosqueta...y el sol caía...
Después, "La mujer sabia", cerró el encuentro mientras una luna redonda, redonda, nos daba su buena bendición desde el cielo.
